educativo
Mi diario
Un niño sin eon es como un pájaro sin alas 🪽
Mi experiencia como maestra en prácticas en cuanto a las clases de matemáticas ha sido una experiencia especialmente enriquecedora, llena de alegrías y sobre todo de mucho aprendizaje y crecimiento. Por otro lado, también he presenciado momento difíciles en los que he tenido que enfrentarme a problemas en el aula por la dificultad en la comprensión de ciertos aspectos y agobios por parte de los más pequeños, lo que también me ha hecho aprender y a crecer como futura educadora.
Personalmente, mi mayor desafío lo he presenciado a la hora de enfrentarme a los diferentes niveles de comprensión de los problemas o ejercicios matemáticos en el aula. Muchos de los alumnos lo comprendían con gran facilidad, pero otros luchaban y sufrían por mantenerse atentos y por entender con facilidad los contenidos 🧮
Todo esto me llevó a ser consciente de la importancia de adaptarlos pues no todos los alumnos llevan el mismo ritmo y para satisfacer las necesidades de cada uno de ellos, los conocimientos deberían ser adaptados en función de sus dificultades. Como maestra en prácticas, a la hora de explicar ciertos contenidos era agobiante que algunos alumnos no lo comprendieran pues en muchas ocasiones utilizadas muchas herramientas para su ejecución y te sentías que no llegabas al objetivo principal. En muchos momentos, tanto la docente como yo, nos enfrentamos a la dificultad de mantener la atención pues sobre en esta asignatura como son las matemáticas deben permanecer atento la gran parte del tiempo pues así la comprensión será mejor. Todo este aprendizaje, me lleva a ser consciente de la importancia de hacer de las clases algo divertido y lúdico, pues de esta manera los alumnos verán la asignatura desde otro punto de vista haciendo que aumente su interés. En mi caso, para el estudio de las tablas de multiplicar, realizamos un llavero con forma de lapicero el cual utilizaban para estudiárselas, aunque parezca algo muy sencillo y habitual, era una manera de motivarlos e incentivarlos lo que hizo que todos y cada uno de los niños/as lo estudiaran con más ganas y de manera correcta
Además, a lo largo del curso, no solo en esta área de matemáticas, se dieron pequeños conflictos en el aula o comportamientos no del todo correctos por parte de los alumnos, lo que me hizo reflexionar de la importancia de las normas dentro del aula y su establecimiento al comenzar el curso pues de esta manera, durante la intervención de la docente, eran ellos mismos, los pequeños, los que reconocían que algo habían hecho mal y se disculpaban con el otro, demostrando una vez más el respeto que deben tener entre ellos y con el resto de personas.
Personalmente, todos y cada uno de estos problemas, ya sea académicamente o conductualmente, han hecho de mi una maestra muchísimo más resolutiva que en las prácticas del año pasado, pues a pesar de la brevedad de las mismas, la experiencia va estando en nosotros lo que hace que cada vez, vayamos adquiriendo una serie de conductas que todo maestro debe poseer para el control del aula. Todos estos aprendizajes, me han ayudado a conocer nuevas estrategias y saber abordar todas las necesidades o problemas que se pueden dar en una clase, así como a saber satisfacer todas y cada una de las necesidades de los niños y niñas.
Por todo esto, cada problema al cual me he visto enfrentada me ha dado sabiduría y me ha hecho una mejor maestra pues de todo aprendemos y por ello, estoy muy agradecida por esta oportunidad.